viernes, 22 de marzo de 2013

336. Podría ocurrir que un feto en condiciones de nacer no encuentre un Espíritu que quisiese nacer en él?



 COMENTARIO EXEGÉTICO N° 336.

©Giuseppe Isgró C.


336. Podría ocurrir que un feto en condiciones de nacer no encuentre un Espíritu que quisiese nacer en él?
“El feto, en el cual debe reencarnar, está siempre predestinado a albergar un Espíritu: nada es creado sin razón”.

COMENTARIO EXEGÉTICO G.I.C.:

Es preciso tener en cuenta de que la unión del Espíritu con el cuerpo ocurre en el mismo instante en que el nuevo ser es engendrado por el hombre y concebido por la mujer.
En la lucha de los millones de espermatozoides por fecundar al óvulo, el que gana la batalla es aquel al que el Espíritu une su alma, -peri espíritu o hilo de plata-.
Es decir, el acto de la reencarnación se efectúa en el mismo instante de la concepción del nuevo ser, por lo cual, el Espíritu ya se encuentra encarnado en el feto en formación, desde el inicio de la gestación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario