COMENTARIO EXEGÉTICO N° 168
Por ©Giuseppe Isgró C.
168. El número de las existencias
corpóreas es limitado, o, en cambio, el Espíritu se reencarna perpetuamente?
–“En cada
nueva existencia el Espíritu hace un paso adelante en la vía del progreso;
cuando después se ha despojado de todas sus imperfecciones, no tiene más
necesidad de las pruebas de la vida corpórea”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:
Esto debe entenderse como que,
a un cierto momento, el Espíritu se ha desarrollado en determinado grado y,
habiéndose liberado de sus deudas kármicas, que le sujetaban a ciertas pruebas
y vinculaciones existenciales, ahora se transforma en dueño de su destino,
quedando libre para elegir sus propios objetivos de progreso, según su
vocación, puntos fuertes o menos fuertes. Y de acuerdo al programa evolutivo
del planeta tierra o de aquel en el cual el Espíritu se encarne, en un momento dado.
Esto en ningún momento debe entenderse de que el Espíritu llegará
a una etapa en que no precise más reencarnar por haber alcanzado un tope en el
progreso. Ese tope no existe en el eterno presente.
La reencarnación continuará ad infinitum, en este o en otros
mundos más avanzados, alcanzando, siempre, niveles más elevados de conciencia.
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