El Libro de
los Espíritus
Allan
Kardec
Versión castellana y
exégesis:
Giuseppe Isgró C.
Capítulo I
DIOS
2. ¿Qué
debe entenderse por infinito?
“Lo que no tiene ni principio, ni fin; lo ignoto. Todo lo que es
desconocido es infinito”-.
EXÉGESIS: En el sufismo, se le asignan las siguientes dos características al Ser Universal: La primera: “Él es lo anterior a lo anterior. Él no se hizo; Él siempre fue”. La segunda: “Él es el después del después, Eterno; Él siempre será”.
El Ser Universal, constituye uno de los mejores ejemplos de las
características del término “infinito”, por su carácter atemporal y eterno, cuando
se dice: “Él no se hizo”; simplemente era, es y será en el eterno presente.
La primera vertiente del término “infinito” se relaciona con el tiempo,
por su condición de eterno presente.
En la segunda, Dios es, también, infinito en la perfección y en el
potencial de sus atributos. En el potencial, por cuanto, si bien Su perfección
lo es en grado infinito, en lo relativo a Su capacidad creadora, desde el
momento en que siguen emanando de Él nuevos seres a la conciencia individual,
en los cuatro reinos naturales, la misma se encuentra, aún, en grado de
potencialidad, infinita, es decir, seguirá emanando a la conciencia individual
en los seres de los cuatro reinos naturales, sin separarse de Sí mismo, y sin
dejar de ser Él mismo.
Esta característica de potencialidad infinita de su capacidad emanante dejaría
de ser potencial si ya todos los seres que existirán, en el eterno presente,
existieran ya, es decir, que no van a emanar más nuevos seres a la conciencia
individual, a partir del Ser Universal. En este caso, todos los seres, en los
cuatro reinos naturales, existirían desde siempre, junto al Ser Universal.
Pero, su capacidad emanante de nuevas expresiones de vida tiene un potencial
infinito aún en el caso de que, el Espíritu individualizado en el Alma
Universal, y dentro de una unidad de ella, sea, como de hecho es, el Espíritu
Universal del Creador. Con este enfoque, realmente, no habría creación de
nuevos seres, ya que quien se encarna en “la unidad” del Alma Universal, en una
expresión individualizada, -ser individual- es el mismo Creador Universal, sin
dejar de ser Él, ni separarse de Él, a partir de cuyo estado inicial empieza un
proceso evolutivo potencialmente infinito y eterno. Pero, en cualesquiera de
las formas que se quiera ver, siempre constituye un carácter potencial, en
grado infinito, de su capacidad emanante. (Ver comentario exegético de la
pregunta Nº 81).
Un tercer enfoque del término “infinito” se relaciona con el espacio.
El espacio cósmico es infinito, caso contrario, ¿qué habría más allá del
límite? Si hubiese un límite dejaría de ser infinito.
Dentro de la respuesta que recibió de los Espíritus el maestro Allan
Kardec, se expresa: “Lo ignoto. Todo lo que es desconocido es infinito”.
Esta parte de la respuesta, realmente, tiene dos vertientes: la
primera, de carácter infinito; la segunda, expresa un límite o condición
finita. Es decir, en realidad lo ignoto, lo que se ignora, es infinitamente
ilimitado; no tiene fin, eternamente encontraremos un más allá. Empero, en lo
referente a: “Todo lo que es desconocido es infinito”-, puede señalarse que, en
la suma de todo, en el Todo o en un área determinada, no en su número, sino en
su potencial o posibilidades, lo desconocido es infinito, pero, en términos
relativos, no todo lo desconocido es infinito. Por ejemplo: Si a todas las
galaxias existentes, aunque su número sea desconocido para nosotros, les
agregáramos una más, dejarían de ser infinitas y así ocurrirá con todas las
cosas en cuanto se refiera a su cantidad, cualidades y características. Pero,
en cuanto al potencial y variantes de sus manifestaciones y aplicaciones, en
todos los ámbitos, conservará su carácter infinito e ilimitado. Sin embargo,
encontrándose el Universo en constante expansión, lo que, aun siendo limitado,
en un momento dado, se encuentra en constante crecimiento, lo cual ratifica que
todo potencial es de carácter infinito.
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