COMENTARIO EXEGÉTICO N° 904
©Giuseppe Isgró C.
904. Hay culpabilidad en el acto de
investigar los defectos de la sociedad y en divulgar la magnitud de los mismos?
-“Según el móvil que induce ese acto.
Si quien lo realiza no tiende más que a producir escándalo, pagará la
satisfacción personal que se procura presentando cuadros que, de ordinario,
constituyen más bien ejemplos nocivos que edificantes. El Espíritu puede ser
castigado por el placer que obtiene desvelando el mal”-.
Cómo juzgar, en tales casos, de la
pureza de las intenciones y de la sinceridad del escritor o del orador?
-“Esto, por lo demás no sirve de nada;
pero, en cada caso, si escribe o dice cosas buenas, aprovechadlas; caso
contrario, es una cuestión de conciencia, que le concierne, únicamente, a la
persona en particular. Del resto, si ella desea probar su rectitud, que avale
sus preceptos con el propio ejemplo”-.
COMENTARIO
EXEGÉTICO GIC:
La pregunta antepuesta por el maestro denota la percepción de
profunda agudeza que poseía en el ámbito de las comunicaciones sociales. La
respuesta contiene una orientación que es preciso que, a nivel mundial, los
comunicadores sociales, en todas las vertientes, y artes, perciban la
conveniencia de que el ejemplo edificante que se transmite por medio del propio
mensaje, con un enfoque positivo, centrando la atención en los aspectos
ejemplares de la sociedad, constituye el mejor aporte para estimular su
desarrollo.
Se le atribuye a Jesús de Nazareth, el aforismo que expresa: -“En
lo que ves, te convertirás”. Si la colectividad, a través de todos los medios
de comunicación, incluyendo el arte, ve los ejemplos de la gente virtuosa, por
el principio de: -en lo que se centra la atención se expande la conciencia-, al orientar positivamente las
mentes de las personas con mensajes constructivos, contribuimos a edificar una mejor sociedad. Los ejemplos
negativos hay que erradicarlos de la circulación, conjuntamente con las causas
que los producen, y con campañas que centren la atención en la polaridad
positiva opuesta.
Ese será el periodismo que imperará en breve tiempo, a nivel
mundial, y será la misma sociedad que exigirá, a los medios de comunicaciones,
a que sea depurado el mensaje que transmiten en los cuatro medios inherentes, como son la prensa, la radio, la
televisión y el cine; más cualquier otra expresión cultural, como los libros,
las obras de artes, el teatro, vallas publicitarias, folletos publicitarios,
mensajes transmitidos de boca a boca, y cualesquiera otros vehículos de
expresión humana, además de los mencionados.
Es preciso ver la botella medio
llena, y no medio vacía. Las cosas hermosas y no las feas, la prosperidad y no
la pobreza, el amor y la armonía, y no lo contrario, ya que en lo que se ve y
centra la atención, en eso, precisamente, cada quien se va convirtiendo, por la ley de atracción. Las imágenes
mantenidas en la pantalla mental, tienen fuerza de atracción: atraen lo semejante,
repelen lo desemejante.
Los pensamientos y los sentimientos positivos, generan
palabras y actos positivos, y auto-excluyen lo opuesto, automáticamente.
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