sábado, 6 de abril de 2013

REENCARNACIÓN DEL ESPÍRITU


COMENTARIO EXEGÉTICO N° 1010.

REENCARNACIÓN DEL ESPÍRITU

©Giuseppe Isgró C.


1010. La idea de la Resurrección de la carne es, quizá, la confirmación de la Reencarnación enseñada por los Espíritus?
-“Precisamente. Estas palabras, como tantas otras, si se toman al pie de la letra, son absurdas, e inducen al error. Es preciso darle una interpretación lógica, en lo que verdaderamente se quiere significar con ellas, para que puedan pasar la prueba de quienes vosotros llamáis libres pensadores”-.
-“Estos libres pensadores, son buscadores con mentes abiertas, que tienen, más que nadie, sed del porvenir; pero no pueden admitir lo que es contrario a los principios de la ciencia. La doctrina de la pluralidad de las existencias es conforme a la justicia de Dios; ella sola puede explicar lo que sin ella es inexpugnable, y, por lo tanto, la ley de la reencarnación forma parte de la verdad universal”.

COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: 

Cuál era la acepción que los antiguos le daban a la palabra resurrección? Recordemos, en primer lugar, las palabras de Pablo de Tarso, en la primera epístola a los Corintios, libremente parafraseadas: -“El que baja a la tierra es el cuerpo, el que resucita es el Espíritu”-. 
Esto, ya, de por sí, deja claro de que, de lo que se trata es del Espíritu. Ahora, bien, profundizando en mayor grado, en la doctrina antigua, se denominaba como resurrección, -después del paso a la dimensión espiritual-, el acto en que el Espíritu adquiría consciencia de que había desencarnado, y se encontraba, ya, formando parte de la misma. 
    La adquisición de este estado de conciencia pasa por el proceso siguiente: El espíritu, al desencarnar, generalmente, no se da cuenta, enseguida, del paso que ha dado; se ve separado de su cuerpo, que se encuentra como dormido, él se observa, a sí mismo, en pleno movimiento, se acerca a las gentes, familiares y amigos, les toca, les habla, y se sorprende de que nadie le hace caso.
 Este estado de turbación por el que pasa el Espíritu, puede tener una duración más o menos larga, de acuerdo a su estado evolutivo o apegos materiales. Puede durar horas, días, meses o años. 
En línea general, no es mucho tiempo, se trata de horas o días, salvo excepciones. Generalmente, los guías espirituales, los Espíritus afines, de familiares o amigos, que, generalmente, les reciben, en la dimensión espiritual, le ayudan, en estos casos, a adquirir la conciencia de su nuevo estado, ya que, el Espíritu, cree que, todavía, se encuentra en la dimensión física. 
A tales efectos, entre otras cosas, se le sugiere que se toque las manos, los  brazos, u otra parte del cuerpo, para ver que pasa. 
Entonces se convence de su nuevo estado. A esto es a lo que se le denominaban resurrección. Evidentemente, en lo que se refiere a la vuelta a la dimensión física, se trata de la reencarnación del Espíritu en un nuevo cuerpo. 
Este proceso, regido por la ley de reencarnación y otras leyes coadyuvantes, no tiene límites, en el espacio y en el tiempo, continuándose, oportunamente, en otros mundos más avanzados, para aprender, o, en otros de menor nivel, para enseñar.

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