CARÁCTER DE LA PERSONA DE
BIEN
Allan Kardec
918. Por cual indicio se puede conocer
el progreso real de una persona, que debe elevar su Espíritu en la jerarquía
espiritual?
-“El Espíritu demuestra la propia
elevación mediante la practica de la ley de Dios en todos los actos de la vida
corpórea, y con el comprender, en forma anticipada, la vida espiritual”-.
COMENTARIO DE ALLAN KARDEC:
-“Verdadera
persona de bien es aquella que, en cada uno de sus actos practica la ley de la
justicia, la de amor y la de solidaridad, en su máxima pureza, vale decir, que
jamás hace el mal, que realiza todo el bien que puede, que no da a nadie
motivos de quejas, que, en pocas palabras, hace a los demás todo aquello que quisiese
que le fuese hecho a ella.
El ser
humano penetrado del sentimiento de solidaridad y de amor hacia el prójimo,
hace el bien por el bien sin esperar el contracambio, y sacrifica su bienestar
a la justicia.
Es una
persona buena, humana, benévola con todos, por cuanto ve hermanos en todos los
seres, sin excepción de grupo étnico ni por la índole de su práctica
espiritual.
Si
Dios le ha dado potencia y riqueza, las conserva como un depósito, con el cual
está en el deber moral de hacer el bien; no se vanagloria, por cuanto sabe que
así como Dios se las ha dado, también se la puede quitar.
Si el
orden social ha puestos otras personas bajo de su dependencia, las trata con
bondad, por cuanto son sus pares delante de Dios; hace uso, únicamente, de su
autoridad para elevarles la moral, no para rebajarles en su dignidad.
Es
indulgente por las debilidades ajenas, por cuanto sabe que a su vez precisa de
indulgencia, y recuerda las palabras de Jesús: -“Quien de vosotros se encuentre
libre de pecado, que arroje la primera piedra”-.
No es
vengativo; pero, a ejemplo de Jesús, perdona las ofensas, y recuerda sólo los
beneficios, porque él sabe que será perdonado en la misma medida en que lo haya
hecho con los demás.
Finalmente,
respeta en sus semejantes todos los derechos que son impuestos por la ley de la
naturaleza, en la misma manera en que quisiera que les fuesen respetados los
suyos”. (Allan Kardec).
No hay comentarios:
Publicar un comentario