lunes, 1 de abril de 2013

904. Hay culpabilidad en el acto de investigar los defectos de la sociedad y en divulgar la magnitud de los mismos?



COMENTARIO EXEGÉTICO N° 904

©Giuseppe Isgró C.


904. Hay culpabilidad en el acto de investigar los defectos de la sociedad y en divulgar la magnitud de los mismos?
-“Según el móvil que induce ese acto. Si quien lo realiza no tiende más que a producir escándalo, pagará la satisfacción personal que se procura presentando cuadros que, de ordinario, constituyen más bien ejemplos nocivos que edificantes. El Espíritu puede ser castigado por el placer que obtiene desvelando el mal”-.
Cómo juzgar, en tales casos, de la pureza de las intenciones y de la sinceridad del escritor o del orador?
-“Esto, por lo demás no sirve de nada; pero, en cada caso, si escribe o dice cosas buenas, aprovechadlas; caso contrario, es una cuestión de conciencia, que le concierne, únicamente, a la persona en particular. Del resto, si ella desea probar su rectitud, que avale sus preceptos con el propio ejemplo”-.

COMENTARIO EXEGÉTICO GIC: 

La pregunta antepuesta por el maestro denota la percepción de profunda agudeza que poseía en el ámbito de las comunicaciones sociales. La respuesta contiene una orientación que es preciso que, a nivel mundial, los comunicadores sociales, en todas las vertientes, y artes, perciban la conveniencia de que el ejemplo edificante que se transmite por medio del propio mensaje, con un enfoque positivo, centrando la atención en los aspectos ejemplares de la sociedad, constituye el mejor aporte para estimular su desarrollo. 
Se le atribuye a Jesús de Nazareth, el aforismo que expresa: -“En lo que ves, te convertirás”. Si la colectividad, a través de todos los medios de comunicación, incluyendo el arte, ve los ejemplos de la gente virtuosa, por el principio de: -en lo que se centra la atención se expande la  conciencia-, al orientar positivamente las mentes de las personas con mensajes constructivos, contribuimos  a edificar una mejor sociedad. Los ejemplos negativos hay que erradicarlos de la circulación, conjuntamente con las causas que los producen, y con campañas que centren la atención en la polaridad positiva opuesta. 
Ese será el periodismo que imperará en breve tiempo, a nivel mundial, y será la misma sociedad que exigirá, a los medios de comunicaciones, a que sea depurado el mensaje que transmiten en los cuatro medios  inherentes, como son la prensa, la radio, la televisión y el cine; más cualquier otra expresión cultural, como los libros, las obras de artes, el teatro, vallas publicitarias, folletos publicitarios, mensajes transmitidos de boca a boca, y cualesquiera otros vehículos de expresión humana, además de los mencionados. 
Es preciso ver la botella medio llena, y no medio vacía. Las cosas hermosas y no las feas, la prosperidad y no la pobreza, el amor y la armonía, y no lo contrario, ya que en lo que se ve y centra la atención, en eso, precisamente, cada quien se va convirtiendo, por la ley de atracción. Las imágenes mantenidas en la pantalla mental, tienen fuerza de atracción: atraen lo semejante, repelen lo desemejante.
 Los pensamientos y los sentimientos positivos, generan palabras y actos positivos, y auto-excluyen lo opuesto, automáticamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario