El Libro de los Espíritus
Allan Kardec
Versión
castellana y exégesis:
Giuseppe
Isgró C.
Capítulo I
DIOS
5. ¿Cuál
consecuencia se puede obtener del sentimiento intuitivo que todos los seres
humanos tienen de la existencia de Dios?
“La de que Dios existe. ¿Cómo explicar en ellos este
sentimiento si se apoyase en la nada? Y, también ésta es una consecuencia del
principio de la causalidad”.
EXÉGESIS:
Cada ser en los
cuatro reinos naturales: Humano, animal, vegetal y mineral, tiene conciencia de
Dios. En qué grado le percibe depende del estado de conciencia alcanzado, en un
momento dado.
Sabemos que el ser
humano le percibe de diversas maneras y de que el sentimiento de reverencia es
general tanto hacia el Ser Universal como hacia toda la Creación. Empero, la
reverencia hacia Dios se encuentra generalizada en todos los seres de los
cuatro reinos naturales.
Sabemos,
intuitivamente, o por analogía, que el sentido de la conciencia perceptiva de
Dios es constante en todos los reinos naturales. Los seres perciben a la
Divinidad aun cuando no se dan cuenta de que lo hacen. También los animales,
los vegetales y los minerales perciben a Dios en su conciencia, por ser ésta,
aun en ellos, una réplica exacta de la conciencia de Dios.
Cómo le perciben y
de qué manera, precisa mayor grado de meditación para detectarlo. El modo
universal en que se percibe a Dios, en todos los seres de los cuatro reinos
naturales, es el de los sentimientos análogos a los valores universales, en la
conciencia.
En todos los seres
late la misma vida, y es idéntica voluntad la que determina que esa vida
continúe expresándose en cada individuo, sea mujer u hombre, animal, vegetal o
mineral.
Esa voluntad, o
anhelo de vivir, generalizado en todos los seres es la expresión de la voluntad
de la Divinidad. Es la búsqueda de la expansión de la Creación haciendo
tangibles los anhelos de Dios.
Siendo esa
Divinidad perfecta en todas sus vertientes y variantes, lo es también el
Espíritu de cada ser emanado a la conciencia individual, indiviso, y sin dejar
de ser la misma Divinidad, adquiriendo, la Divinidad, conciencia individual en
cada ser, la evolución consiste en manifestar, por la experiencia, siempre,
nuevos y más elevados estados de conciencia, y no de pasar de un nivel mineral
al vegetal, de éste al animal y luego al humano. Por lo menos en el Planeta
Tierra es así. Si meditamos sobre la respuesta dada a la pregunta N° 172,
observaremos implícita esta realidad.
Pero, siendo una y
la misma la ley cósmica en todo el universo, ese proceso es uniforme en toda la
Creación y en todos los mundos del universo.
Esto indica que la
diferencia es aparente, y que es la misma vida la que late en todos los seres.
En el rol que
asume, la Divinidad, en cada ser de los cuatro reinos naturales, cumple el que
le está asignado desde siempre en los planes cósmicos, y en la ley cósmica. En
ese rol cada ser sigue su propio camino en el eterno retorno del ser individual
hacia el Ser universal.
Los infinitos
grados –estaciones- de conciencia, y los estados de conciencia –valores
universales, o atributos divinos-, por los que va avanzado en la espiral
evolutiva, cada ser, son idénticos en todos los reinos naturales. Y en cada
reino natural, todo ser experimenta análoga autorrealización, dada la justicia
y la igualdad en la ley y ante la ley que rige a todos los seres. La diferencia
es aparente, ya que en todos los seres de los cuatro reinos naturales es la
misma Divinidad la que se expresa.
En los cuatro
reinos naturales, ningún ser animal, vegetal o mineral se cree superior a otro,
excepto un sinnúmero de seres en el reino humano.
Sólo el ser humano
se cree superior a los demás reinos naturales, o a determinados seres de
diferentes grupos étnicos o condiciones sociales. Empero, si bien en alguna
forma ese sentimiento de superioridad puede expresarse, también, en los demás
reinos naturales, en éstos el grado de conciencia de la realidad se encuentra
libre de manipulación, por lo menos de la que se ha observado en diferentes
niveles en la historia. El aprendizaje es idéntico en todos los seres de los
cuatro reinos pese a que los roles son diferentes. Cada ser tiene conciencia
del rol que la Divinidad ejecuta por su intermedio. Los roles de todos los
seres conforman una obra armónica, un todo universal. Un trabajo de Dios con
Dios. Empero, y es un tema aparte, existe cierta analogía en la idiosincrasia
de cada ser en los cuatro reinos naturales, por lo cual ciertas manipulaciones
de dominio, o poder, son generalizadas en todos los seres, -de los cuatro
reinos naturales-, y la ley de que el más domina al menos, en todas sus
vertientes y variantes, rige en todo-.)
La Divinidad tiene
conciencia de sí misma en cada ser en que se expresa, así como de los atributos
divinos y de los sentimientos que les son inherentes. Los reinos parecen ser
diferentes, los seres también, pero son diferencias aparentes. Lo roles son
diferentes, pero la obra final es una sola, conformando un todo. Las partes de
ese todo son diferentes, en expresión, pero conforman una unidad.
La conciencia de
la Divinidad en cada ser refleja el nexo que existe entre causa y efecto.
Es la relación
causal entre la Divinidad y cada uno de los seres de los cuatro reinos
naturales, en todas sus vertientes y variantes, en el eterno camino del retorno
del ser individual hacia el Ser Universal, mejor conocido como Dios.
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